Sobre el autor.

Me costó mucho hacer esta sección, se intentó evitar las pretensiones, quizás no lo suficiente.

Esto es mi pasado y registro autobiográfico. La filosofía detrás de mi obra es crear cual niño que explora la vida. Girar la cabeza un poco y ver qué pasa. Tengo afinidad por el color celeste y algunos otros también. Vivo apasionado de aquella actividad humana donde logramos que todo a nuestro alrededor respire. Algunas de mis fotos se aparean bien con un Malbec y otras con el psicodélico de tu preferencia. No todo es degeneración y desenfreno, todo siempre con moderación, que la cura no se torne vicio. Me gusta utilizar la fotografía como medio para repensar mis alrededores, jugar y, ante todo, explorar. Les presento un poco de mi proto sabiduría juvenil envuelta en lo que mi ojo ve cuando no duermo.

Este es mi segundo intento.

Traté de apagar esa glándula que usa el humor para protegerme de la posibilidad de que la gente me conozca mejor.

Nací en el Perú; de mi padre escuché a Joaquín Sabina y de mi madre a Celia Cruz.

De mi tío Carloncho aprendí a hacer ceviche y de mi tía Fe a no ser un webón de foco apagado que no emite luz.

Fue ella quien me introdujo a Carlos Ruiz-Zafón; pronto lo dejé por otros, pero el recuerdo queda en mi corazón.

Mencionar autores y poetas no te dice nada, hablarte de mi familia tampoco. No sé cómo hablarte de mí, pero persisto un poco.

Quizás me cuesta por negar que uno es capaz de describirse a sí mismo siendo tajante.

Pienso somos similares al río del que nos hablaba Heráclito, todos en flujo constante.

Se acabó el poema, se acabó el talento; lo que viene a continuación, si no te lo llevas tú, se lo lleva el viento.

Alguna vez fui profesor de surf; solo me falta la licencia para probarlo. Ya la sacaré más adelante.

A los quince importé productos de China para revenderlos en mi país; me enganchó la noción del dinero fácil y opté por la carrera de Negocios Internacionales.

Leí unos cuantos libros, quizás me radicalicé un poco; leí unos cuantos más y encontré la moderación.

Aun así, me las daba de futurólogo, y no me gustaba para dónde se dirigía mi vida.

Una tarde enojé mucho a mi madre. Renuncié a los cursos a los que semanas antes me había comprometido.

Desde entonces me encuentro en un camino de autoexploración, todavía sin saber qué quiero ser "de grande". Mientras lo voy descubriendo, capturo lo que encuentro en mi camino.

Te lo presento de esta manera; espero encuentres algo que resuene contigo.

Si quisieras saber más de mí, por favor, escríbeme con confianza.