


Mortalidad Transferida I
Renuncio a toda pretensión de grandeza. No existe una profunda reflexión sobre el consumismo o el absurdismo. Si estos momentos en mi propio tiempo y espacio fueron capturados, fue por mi muy egoísta necesidad de registrar algo que llamó mi atención. Sucumbir luego a los placeres de contemplar en la pantalla de este juguete digital la presencia de algo que antes no existía en este mundo. La torre de Babel me aterra, la de Borges, no la de la Biblia. Todo lo que se puede escribir ya se escribió, un mono tecleando letras multiplicado por el infinito da como resultado todo lo alguna vez escrito. Pero, el único con tiempo sin fin es ese mono mecanógrafo, mono de un ejemplo que ni es propio. Yo si me voy a morir, y me da paz saber que dejo atrás prueba de mi existencia.
Quizás ese inmortal mono que ha creado todo lo que será escrito se quede con una máquina de escribir y nunca agarre una cámara digital. De ser posible esto, podré saborear mi muy constante deseo de pensar que ese particular segundo de la existencia humana que capturé es único e irreplicable. Si lo que ven a continuación les trae un grado de paz, mi misión de compartir el efecto anímico que me dan mis fotos habrá sido logrado. Podría hacer una descripción del efecto de los colores en la emoción humana o el minimalismo como forma de combatir nuestra necesidad de excesivo estimulo, pero no quiero.
Si te gustó esta colección de fierros y alambres con un fondo celestial, pues me alegro mucho, tienes los mismo déficits mentales que yo y podríamos ser amigos. Quizás a tu paladar visual no le impresionó esta colección, lo entiendo perfectamente, hay algo para todos, y algo de todos también. Este es mi algo, uno de mis algos. Espero te que te saque una sonrisa si quieres burlarte de la simplicidad del asunto, o te traiga paz si está siendo un día complicado
Renuncio a toda pretensión de grandeza. No existe una profunda reflexión sobre el consumismo o el absurdismo. Si estos momentos en mi propio tiempo y espacio fueron capturados, fue por mi muy egoísta necesidad de registrar algo que llamó mi atención. Sucumbir luego a los placeres de contemplar en la pantalla de este juguete digital la presencia de algo que antes no existía en este mundo. La torre de Babel me aterra, la de Borges, no la de la Biblia. Todo lo que se puede escribir ya se escribió, un mono tecleando letras multiplicado por el infinito da como resultado todo lo alguna vez escrito. Pero, el único con tiempo sin fin es ese mono mecanógrafo, mono de un ejemplo que ni es propio. Yo si me voy a morir, y me da paz saber que dejo atrás prueba de mi existencia.
Quizás ese inmortal mono que ha creado todo lo que será escrito se quede con una máquina de escribir y nunca agarre una cámara digital. De ser posible esto, podré saborear mi muy constante deseo de pensar que ese particular segundo de la existencia humana que capturé es único e irreplicable. Si lo que ven a continuación les trae un grado de paz, mi misión de compartir el efecto anímico que me dan mis fotos habrá sido logrado. Podría hacer una descripción del efecto de los colores en la emoción humana o el minimalismo como forma de combatir nuestra necesidad de excesivo estimulo, pero no quiero.
Si te gustó esta colección de fierros y alambres con un fondo celestial, pues me alegro mucho, tienes los mismo déficits mentales que yo y podríamos ser amigos. Quizás a tu paladar visual no le impresionó esta colección, lo entiendo perfectamente, hay algo para todos, y algo de todos también. Este es mi algo, uno de mis algos. Espero te que te saque una sonrisa si quieres burlarte de la simplicidad del asunto, o te traiga paz si está siendo un día complicado